Tarta de Harry Potter

Receta
Tarta de Harry Potter
Autor
RecetasCuisine
Raciones
10-12
Tiempo
Ingredientes
1 Oblea o papel de azúcar con una imagen de Harry Potter que nos guste (o de otra cosa)

Para el bizcocho

150gr de Chocolate fondant

6 Huevos  (claras y yemas por separado)

50gr de Azúcar glass

150gr de Mantequilla a temperatura ambiente

180gr de Azúcar

1 pizca de Sal

180gr de Harina

5gr de Levadura química

Para el relleno

500ml de Nata para montar mínimo 35% M.G

1 cucharada de Queso crema tipo Philadelphia

50gr de Azúcar glass

30gr de Cacao puro en polvo

Para el almíbar

60gr de Azúcar

1 vaso de Agua

½ vaso de Whisky, (o brandy, ron..)

Para la cobertura

200gr de Chocolate fondant

20gr de Mantequilla o aceite de girasol

Hola! Si tenéis cerca un potterhead que vaya a cumplir años, con esta tarta lo va a flipar a base de bien, y al verla, mostrará tanta ilusión como si hubiese recibido en casa la mismísima carta de Hogwarts.

Aprovechando la oportunidad de estar en la misma ciudad para el cumpleaños de una de mis primas, empecé a darle vueltas en cómo podría sorprenderla para ese día tan especial que es cumplir 15 años. Se me ocurrió que, ya que es una super fan de el universo Harry Potter (no sé a quién se parecerá…) prepararle algo comestible relacionado con la saga sería un puntazo.

No sabía muy bien por donde tirar, y recurrí a las típicas obleas personalizadas. Me costó decidirme por la imagen, pero al final, con una fotaza del escudo de la academia de magos más prestigiosa de todos los tiempos, realicé mi encargo en una tienda de muggles.

Para que todo saliera redondo, me dirigí al callejón Diagon donde compre una cajita ideal donde poder meterla. Cuando mi niña la abrió, con su camiseta recién estrenada con, adivináis? motivos de Harry Potter, la carita de ilusión que puso no está pagada ni con todo el oro de Gringotts.

Elaboración:

Preparamos el bizcocho

Si queremos, podemos hacer el bizcocho el día antes de servir la tarta, así podremos cortarlo mejor cuando lo necesitemos, y adelantamos tarea. Yo lo preparé con antelación, y una vez hecho y frío, lo puse en un plato y lo tapé con papel film, lo metí en una bolsa, y lo guardé en la nevera hasta el día siguiente. Ya el día de la celebración, lo sacamos de la nevera un rato antes de que vayamos a rellenarlo y decorarlo.

1. Comenzamos fundiendo los 150gr de chocolate en un cazo al baño maría. Cuando lo tengamos deshecho, lo reservamos de momento.

2. Ahora vamos a montar las claras a punto de nieve, para ello, equipamos el robot con el batidor. Ponemos las claras en el bol junto a una pizca de sal. Es importante que el bol esté limpio y seco, y que no se cuele nada de yema o no nos saldrá bien. Programamos con velocidad 6 durante 6 minutos aprox. sin tapón para que entre el aire y podamos montarlas a punto de nieve. Vamos controlando, y cuando veamos que empiezan a espumar, añadimos por el bocal el azúcar glass y seguimos batiendo. Sacamos del bol y reservamos aparte.

2. Damos un agua al bol y lo equipamos con la cuchilla de amasar/picar. Añadimos la mantequilla, que ha de estar blanda, y el azúcar. Programamos con velocidad 8, 2 minutos aprox. hasta obtener una mezcla homogénea, como una crema.

3. Precalentamos el horno a 180º con calor abajo.

4. Con velocidad 6, vamos añadiendo las yemas una por el bocal. Añadimos la primera, batimos, y cuando apreciemos que se ha integrado, añadimos la siguiente, y así hasta añadirlas todas. Cuando estén todas en el bol, continuamos batiendo durante 5 minutos.

5. Añadimos el chocolate que hemos fundido antes y una pizca de sal. Programamos velocidad 6, 15 segundos.

6. Añadimos la harina y la levadura. Programamos velocidad 8, 10 segundos. Quitamos el batidor y terminamos de mezclar con la espátula.

7. Añadimos a esta mezcla las claras, lo haremos poco a poco, y mediante movimientos suaves y envolventes, para que las claras no se bajen y perdamos el aire que se ha creado al montarlas; y así nos quede un bizcocho bien esponjoso.

8. Vertemos la mezcla en un molde redondo de 25×7.5cm (si no es de silicona o antiadherente, lo engrasamos antes). Llevamos al horno y lo cocemos a 180º durante 40-45 minutos aprox. Podemos pinchar con un palillo el centro para saber si está hecho pasados 40 minutos.

9. Sacamos del horno, dejamos que se temple un poco para no quemarnos, y lo desmoldamos. Ponemos un plato encima y lo damos la vuelta. Colocamos sobre una rejilla hasta que se enfríe.

Preparamos el relleno

1. Con el bol limpio y seco, lo equipamos el robot con el batidor. Agitamos bien el envase de la nata (que ha de estar muy fría) antes de ponerla en el bol; de esta forma, la grasa que tiene, no se quedará pegada a las paredes del brik, sino que se repartirá con el resto. La grasa, es parte fundamental para que la nata monte bien. Añadimos también y el queso crema, que lo utilizamos para estabilizar la nata y que nos quede más firme; así aguantará mejor para luego el decorado. Programamos velocidad 6, sin tapón.

2. Pasados unos segundos, aumentamos a velocidad 7, y cuando la nata esté semi montada, mientras seguimos batiendo, añadimos el azúcar glass por el bocal y continuamos hasta que la nata esté completamente montada. Sabremos que está montada porque el sonido que hace al batir cambia, y va dejando surcos en las paredes del bol. En unos 2 minutos puede estar lista, pero no seguiremos un tiempo, lo haremos a ojo, hasta que la nata esté firme.

3. Quitamos el batidor, añadimos el cacao en polvo y vamos mezclando con la espátula mediante movimientos envolventes para que no se baje la nata.

4. Reservamos en la nevera dentro de una manga pastelera, con una boquilla que nos guste para luego decorar. Si no vamos a usar la trufa como decoración, pues la podemos guardar en un recipiente.

Preparamos la cobertura

1. Para hacer la cobertura, fundimos al baño maría el chocolate troceado y la mantequilla. Si lo hacemos con aceite de girasol en lugar de mantequilla, nos quedará la cobertura durita en lugar de blanda. Removemos hasta que estén ambos ingredientes bien deshechos. Reservamos, y lo utilizaremos cuando haya perdido un poco de temperatura, no en caliente.

Preparamos el almíbar

1. En un cazo, ponemos el agua y el azúcar, removemos a fuego medio, y cuando se haya formado u un almíbar ligero, añadimos el licor que hayamos escogido; yo en este caso, lo hice con whisky. Subimos un poco el fuego, dejamos un par de minutos y pasamos a un recipiente para que se enfríe. Lo utilizaremos cuando esté frío.

Montamos la tarta

Cuando el bizcocho esté completamente frio (si no lo está podría romperse) lo partiremos por la mitad en dos discos para rellenarlo. Podemos utilizar una lira de pastelería o si no tenemos, hacerlo con un cuchillo de sierra. Si hemos preparado el bizcocho el día antes, pues obviamente, no tendremos que esperar a que enfríe.

2. Colocamos el disco que nos hará de base sobre la bandeja o plato donde vayamos a servir la tarta. Lo empapamos con parte del almíbar (dejamos para el otro disco). Yo he puesto una capa de chocolate de la cobertura, y encima, he sacado trufa de la manga pastelera (por donde se rellena, no por la boquilla) y la he extendido por la base de la tarta. Si habéis hecho otro relleno, pues ponéis lo que hayáis elegido.

3. Empapamos con el almíbar el otro disco, lo mojamos por la parte que va a estar en contacto con el relleno y lo colocamos encima. Damos la cobertura de chocolate; en la superficie, que nos quede una capa finita y uniforme, para que al poner la oblea quede bien lisa. A continuación, decoramos los laterales de la tarta, yo he puesto fideos de chocolate.

Colocamos la oblea

Lo mejor es colocar la oblea poco antes de servir la tarta, así nos aseguraremos que queda perfecta; ya que, si la preparamos con mucha antelación, y la tenemos mucho tiempo en la nevera, podría estropearse con la humedad.  Yo he utilizado una oblea circular de 21cm de diámetro, contando con que mi molde era de 25cm, y así, me quedaba margen para decorar un poquito alrededor del borde y que la tarta luciera más curiosa.

1. Antes de utilizarla, la recortamos con unas tijeras para retirar el sobrante, se maneja muy bien, y se corta sin ninguna dificultad. A la hora de colocarla sobre nuestra tarta, si el chocolate está blando aún, ponemos la oblea cuidadosamente sobre la cobertura y presionamos ligeramente con los dedos para que se pegue. Si por el contrario, el chocolate de la cobertura ya se ha endurecido, tendremos que pincelar el reverso de la impresión con un poquito de pegamento comestible o sirope de maíz y del mismo modo, la colocamos sobre la cobertura para que quede bien fijada.

2. Una vez colocada la oblea sobre la cobertura, decoramos a nuestro gusto con trufa. Yo he ido repartiendo copetitos por el contorno de la tarta, tapando así lo que queda de margen entre la oblea y el borde. Lo he hecho a través de la manga pastelera con una boquilla estrellada.

Notas:

– Para que la nata monte bien, es importante que el bol esté bien limpio y seco, y que la nata esté muy fría. Podemos ponerla antes unos minutos en el congelador. Yo a veces, sobre todo en verano si hace mucho calor, pongo el accesorio batidor en la nevera un rato antes de usarlo.

– Este tipo de obleas, las podemos encontrar en tiendas de golosinas o repostería; las suelen tener con motivos infantiles, para que las compremos, y de la tienda, a nuestra tarta. También son fáciles de encontrar por internet, y no salen nada caras. Si queremos algo más personalizado, podemos encargarla directamente con una foto de alguna película, serie, equipo de fútbol que vaya a sorprender al cumpleañero. O por qué no, con fotos donde la imagen sea de algún ser querido, o ponga el nombre de la persona que lo va a recibir, para que sea aún más personal.

– Yo la llevé a una tienda, y al día siguiente ya la tenía lista para recoger. Os recomiendo que llevéis una imagen de buena calidad, y si podéis, subirla la intensidad antes con algún programa de edición. Con la impresión, el color pierde potencia, y si llevamos una imagen ya de por sí baja en intensidad, tal vez no obtengamos el resultado esperado y nos quede una imagen muy apagada. Esto en el caso de la oblea, si lo hacéis con papel de azúcar, los colores quedan más vivos al transferir la imagen.

– Os dejo un enlace del blog My Karamelly donde explican las diferencias entre unas y otras, y cómo preceder dependiendo de si la vais a pegar en chocolate, fondant… espero que os sirva de ayuda si la hacéis de otra forma.

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